El ecuatoriano Richard Carapaz llegaba al Tour de Francia por tercera vez en su carrera con el sueño de poder luchar por el podio de París, pero una caída en la primera etapa, a 20 kilómetros de la meta, le obligó a abandonar a las primeras de cambio.

El jefe de filas del equipo EF pudo terminar la etapa en Bilbao, aunque muy dolorido y a 15 minutos de los favoritos, pero en las pruebas a las que fue sometido posteriormente revelaron que sufre una pequeña fractura en la rodilla izquierda.

Por ello, los médicos decidieron que no tomará mañana la salida en Vitoria y que regresará a su domicilio para comenzar cuanto antes la recuperación.

Es un duro golpe para el tercero de la edición de 2021, que ya había avisado que no había tenido la mejor preparación para este Tour, pero que llegaba con ganas de ir tomando la forma adecuada a medida que pasaran las etapas.

El reloj se detuvo en las primeras de cambio, con un asfalto nuevo, algo resbaladizo y una rueda trasera que se le fue, junto a otros corredores, como el español Enric Mas, que ni siquiera pudo terminar la etapa.

Es el epílogo a una participación de un ciclista que, él mismo, se había situado un escalón por debajo de los dos grandes favoritos para la general, el danés Jonas Vingegaard y el esloveno Primoz Roglic.

Pero que aparecía como un serio candidato al podio, pese a la mala actuación que tuvo en la pasada Dauphiné, por el "caché" que tiene el ecuatoriano en el pelotón.

Carapaz, quien sufrió un corte en esa misma rodilla por la que le dieron varios puntos, no sufrió otras lesiones.

El ecuatoriano se aferró a la etapa. Muy afectado, casi sin poder ponerse en pie, escuchó los consejos de sus directores que le pidieron que forzara para seguir.

"En un principio no se podía mover porque le dolía mucho, pero le hemos animado a que entrara en la bici por si no había fractura", explicó su director, Juanma Gárate.

Carapaz demostró su raza, pero en el tramo final se dejó un tiempo que le descartaba de la lucha por el podio.

El corredor renqueaba al entrar en el camión médico del Tour donde se sometió a las pruebas y apenas podía caminar, con heridas en ambas rodillas.

Gárate consideró que para el equipo, que cuanta también con los colombianos Rigoberto Urán y Esteban Chaves en sus filas, además del costarricense Andrey Amador, es una gran pérdida, pero restan objetivos.

"Veníamos a buscar la general, pero se nos ha ido al traste en cinco horas de Tour. Pero estamos acostumbrados a rehacernos", dijo el director, que señaló que tienen el maillot de la montaña, con Neilson Powles, y que buscarán victorias de etapas.

El resto de la temporada es una incógnita para el ecuatoriano, que no está teniendo suerte en su primera temporada en el EF, al que llegó procedente del Ineos.

El ganador del Giro de 2019 y de los Juegos de Tokio no ha podido sumar triunfos de prestigio en 2023, cuando acaba de cumplir los 30 años.

La Vuelta a España puede ser su siguiente objetivo, si se recupera de la lesión.

EFE